Saeki terminó el bachillerato y volvió a Tokio. Ahora empieza otro verano junto a Wataru. A pesar de ir a universidades distintas y de los días ajetreados entre el trabajo y los estudios, ambos saben que están cerca y pueden verse cuando quieran.
Quedan los fines de semana para ir al cine, van a ver fuegos artificiales y se proponen hacer otro peregrinaje por los emplazamientos de una película.
Para la pareja, que ha empezado a descubrir qué significa querer a otra persona, este será un verano fresco e irrepetible.