La vieja leyenda de una espada; Val, cabalga de la mano prodigiosa de su creador, Harold Foster. Hemos seguido las aventuras del Príncipe Valiente desde su infancia en el exilio británico, y lo hemos conocido adolescente, joven caballero, hombre casado, padre de una inmensa prole. Lo hemos visto enamorarse y sufrir crisis románticas, perder amigos, deambular por la civilización clásica en descomposición, servir al rey Arturo y viajar de un lado a otro del mundo conocido en esa Edad Media imposible donde Foster, pese a su realismo estético, alterna diversos siglos sin que chirríen las armaduras romanas con los arreos neorrománticos de los caballeros andantes.