Antoine, Mimile y Juliette vuelven a París. El plan es simple: devolver a Juliette a su madre para luego asistir a un partido de rugby. Al menos eso es lo que se espera... Pero Sophie exige que cuiden de Juliette hasta el día siguiente, por lo que Mimile solo puede contar con Pierrot para acompañarlo al partido. Pero Pierrot, el anarquista, tiene otros planes para defender la nueva batalla que está librando... La única compañía de Mimile es su desilusión, ¿y si estuviera empezando a ser un buen candidato para el asilo? Lupano y Cauuet nos traen después del estreno en salas su adaptación cinematográfica la quinta entrega de esta emblemática saga.