Reconstruyendo el relato colectivo de la memoria familiar, Elías Taño presenta en estas páginas retazos de la vida de Inocencio y Gloria, sus abuelos. Uno migrado a Caracas, trabajando en condiciones penosas pero construyendo resortes de solidaridad y resistencia obrera. La otra cargando el peso de las ausencias pero contribuyendo a sostener, con todas las dificultades, una comunidad de mujeres que labraba pacientemente el futuro.